La Noche en Blanco ha resultado ser todo un éxito. Por todas partes había gente y arte. Era un gustazo pasear por el centro y disfrutar de un ambiente tan sano y cosmopolita.
A nosotros nos tocaba trabajar, cubriendo, como siempre, todo lo que hace la Fundación Musical de Málaga, así que pasamos la mayor parte del tiempo en la Plaza del Obispo, donde se colocó un maravilloso piano de cola blanco que fué la sensación de todos los que pasaban por allí.
El piano fue cedido por la Caja Blanca, y su presencia frente a la fachada de la Catedral ofrecía una estampa insólita y original.
A las 20:30 de la tarde empezaba a tocar el primer joven músico. En éste caso se trataba de Laura Lara ganadora del premio Fundación Musical de Málaga en su primera edición. Actualmente, Laura es profesora en el Conservatorio Superior de Música y acudió a la cita acompañada de algunos de sus alumnos que posteriormente también tocaron.
Durante más de tres horas el piano de cola no dejó de sonar. En ocasiones tocado por estudiantes un tanto nerviosos e impresionados ante la gran cantidad de público, en otros casos por jóvenes aficionados, algún niño iniciándose en el mundo de la música que quería demostrar sus dotes con la única pieza que se sabía entera, algún espontáneo que se animó al ver el montaje e incluso jóvenes profesionales que han querido aportar su granito de arena.
Sobre las 22:00 llegó el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre acompañado de su equipo de gobierno y su mujer Rosa Francia. Fue atendido por el Presidente de la Fundación Musical de Málaga, Manuel Sánchez Benedito y el resto de Patronos de la misma. Durante unos minutos pudieron ver cómo transcurría todo y disfrutar de la acústica de la plaza y la estampa tan mágica que suponía la presencia del piano en plena plaza.